Cualquiera puede montar un espectáculo de entretenimiento, pero poner a circular la imaginación por mundos fantásticos y provocar emociones que van de la risa al asombro son parte de un idioma mágico que sólo el circo puede lograr.
Las diversas disciplinas que se recrean bajo la carpa son conocidas como artes circenses. Su espíritu alegre y festivo, cargado de misticismo, se debe a sus orígenes populares en los rituales religiosos y expresiones artísticas en espacios públicos.
Los rebeldes del escenario
La danza, el teatro, la ópera y más manifestaciones artísticas que suceden sobre un escenario tienen algo en común que las une como arte: usan el cuerpo como instrumento para comunicarse con el público y crear efectos admirables; en cambio…
Las artes circenses también lo hacen sólo que de un modo «rebelde», pues les gusta romper reglas y, en la medida de lo posible, no hay trucos, todo está a la vista.
¿Qué clase de brujería es ésta?
Los artistas del circo escupen fuego, vuelan por los aires, tienen piernas y brazos extremadamente largos con los que ejecutan acrobacias. Algunos logran hacerte explotar a carcajadas con sus actos; otros te hacen creer que tienen más brazos que un pulpo, pues arrojan y atrapan varios objetos al mismo tiempo; los hay tan fuertes que cargan mucho peso o tan flexibles que se doblan como si no tuvieran huesos.
Pero el objetivo de mostrar habilidades extraordinarias para sorprender a la audiencia evolucionó hasta crear una imagen —sí, como una fotografía— con movimiento para que espectadores de todas las edades pudieran reencontrarse con su imaginación y recrearse en ese mundo. Cuando eso se logra, no hay otra forma de explicar el arte del circo, sino como un gran acto de magia.
Un arte de valientes
El circo es temerario, es un lugar donde ni el error ni la duda tienen cabida. Si el artista de circo se siente inseguro, hace un mal movimiento o se distrae, ¡se puede romper hasta el hueso más pequeño!; por esa razón debe ser muy disciplinado, perseverante y repetir de manera obsesiva sus ejercicios para dominar el número completo y así llegar a la perfección.
Aunque es posible apreciar estas artes fuera de la carpa, el escenario del circo tradicional está compuesto por elementos que no pueden faltar en ninguna función.
La magia del circo se construye en los sueños, en la fiesta y en el espíritu de la infancia, un artista circense es un adulto que ha mantenido vivo a su niño interior, porque juega a ser un ave, una mariposa o un ser mágico y se divierte invitando a su público a jugar con él.