El yo-yo es un juguete formado por un disco con una ranura en el centro, donde se enreda una cuerda, la cual se amarra a un dedo para enrollarla y desenrollarla. Aunque al inicio sólo se usaba para que el disco subiera y bajara, con el tiempo surgieron nuevos trucos para hacerlo más difícil y entretenido.
En Grecia se encontraron restos de lo que parecían yo-yos e imágenes de personas usándolos, y parece que ya lo conocían desde hace más de 1 500 años. En China, hace al menos 600 años, se usaba un instrumento parecido al yo-yo, aunque nadie está seguro de si era para jugar.
Hace cerca de 200 años, el yo-yo llegó a Europa. Se hizo muy popular en Francia —donde le llamaron incroyable, que significa ‘increíble’— y en Inglaterra —donde lo nombraron bandalore y lo jugaron tanto niños como adultos.
El filipino Pedro Flores fue el primero en producir yo-yos en grandes cantidades en los Estados Unidos. Sus concursos hicieron que muchas personas empezaran a jugar con ellos. En 1929, el estadounidense Donald Duncan le compró a Flores su fábrica y a partir de ese momento, el yo-yo se volvió un juguete popular y conocido en todo el mundo.
Hoy en día se fabrican de distintos materiales —principalmente de plástico y madera—, formas y colores; además, se hacen competencias para ver quién puede hacer mejor trucos como el perrito y el columpio.
Un comentario en “El yo-yo”
Excelente información , ya que fue uno de mis pasatiempos de niño, es y fue muy bueno, ya veo a Napoleon haciendo el columpio….jejeje
Excelente información , ya que fue uno de mis pasatiempos de niño, es y fue muy bueno, ya veo a Napoleon haciendo el columpio….jejeje