Es una palabra compuesta, que viene de Mari, diminutivo del nombre María, y sabidilla, que es
el diminutivo de sabia. Esta palabra se usa para describir a una persona que cree saberlo todo.
Quizá conoces a una niña que opina acerca de todos los temas: si hablas de tecnología, de seguro ella sabrá mucho más tú porque su papá crea videojuegos; si hablas de viajes, ella sabe mucho porque ya habrá recorrido el mundo, y un largo etcétera.
Si este caso te suena familiar, ten por seguro que esa persona es una auténtica marisabidilla, pues presume conocer todos los temas a la perfección y tener una respuesta siempre. La verdad es que, a fin de
cuentas, nadie lo sabe todo.